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Transformando vidas

 

 

En el ámbito escolar se evidencian situaciones poco usuales, las cuales ponen a prueba el conocimiento de cada docente para manejar, intervenir  y/o dar solución a las problemáticas de la escuela. Trabajar con seres humanos puede considerarse muy complejo, puesto que el ser humano tiene conductas que lo caracterizan y lo diferencian de otros animales así mismo las patologías, trastornos mentales, físicos u orgánicos son de mayor complejidad los cuales requieren de atención y de una intervención temprana.

Que se entiende por patología, cuando se habla de patologías se refiere a una rama de la medicina que trata el estudio de enfermedades en el organismo, lo patológico sería algo “anormal” en el funcionamiento habitual. Las patologías del lenguaje se centran en los trastornos o desordenes del lenguaje, como trastornos del lenguaje encontramos la Taquilalia, la Discalculia, dislalias, Afasias, Disfasias, Disartria, Alalia, Tartamudez entre otras, las cuales afectan la “normalidad” del lenguaje de quienes sufren este trastorno. La palabra deriva de Phatos, la cual deriva muchos conceptos como estados del alma, tristeza, pasión, padecimiento entre otros. Los trastornos del lenguaje son una “anormalidad” en el cerebro, esta zona específicamente es el área de Broca que es el centro del lenguaje articulado está ubicado en la parte posterior de la circunvolución frontal inferior del lóbulo frontal.

Para los docentes tener una información clara y verídica frente estos trastornos es de gran ayuda, se sobre entiende que no somos médicos para diagnosticar un problema referente a una patología pero si debemos ser competentes para identificar cuando un estudiante tiene problemas al expresar sus sentimientos, pensamientos, de escribir o leer correctamente, de procesar información y operaciones matemáticas. Claro que estos problemas afectan en el aprendizaje de los estudiantes teniendo en cuenta que se relaciona con el desarrollo cognitivo, motriz pero sobre todo con lo social. Según Piaget, “La educación tiene como finalidad favorecer el crecimiento de la intelectualidad, afectivo y social del niño”  la  educación por lo tanto debe adaptarse a la construcción personal acorde con su  crecimiento para esto es importante las actividades lúdicas y creativas que despierten el interés de los estudiantes y las cuales aporten las suficientes evidencias para saber cuándo un niño tiene alguna clase de trastorno y así poder intervenir de la mejor manera brindando todo el apoyo psicológico y emocional.

Nuestro rol como docentes es el de intervenir frente a las problemáticas que observamos en la escuela, una gran desmotivación podría ser el desconocimiento a casos o dificultades que se presentan en los estudiantes generando impotencia al no poder dar soluciones optimas, debido a esto queda solo dejar a un lado estos niños para que no interrumpan la evolución de los otros estudiantes que no sufren ninguna clase de patología y enfocarse primordialmente en ellos para suponer que son buenos docentes y que los demás niños no quieren aprender. Debido a esto la disposición que tenemos como educadores y transformadores de vida solo queda en palabras y en el salón de clase de la universidad, pienso que si estamos educándonos para educar debemos aceptar retos y ese reto es el de cambiar para bien vidas que dependen en un 75% de los educadores puesto que la escuela es como el segundo hogar de un niño.

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